La sociedad tecnológica post COVID -19

La sociedad tecnológica post COVID -19

Si bien el COVID -19 aceleró la adopción de tecnologías como la telemedicina y la automatización, el contexto actual podría dar lugar a más cambios en desarrollos tecnológicos para años venideros.

Hoy, ya existen quioscos que se activan con la voz humana para buscar el diario sin necesidad de  tocar nada, robots en las entradas de los hoteles y aeropuertos para recibir a los turistas y hologramas que sustituyen a los botones para reducir el contacto en los ascensores. Estos son solo algunos ejemplos en el tipo de soluciones tecnológicas se está trabajando para el mundo después del coronavirus.

Otro ejemplo es el caso de la colaboración entre Google y Apple en la creación de un protocolo que permita a los  gobiernos hacer llegar a los celulares de los ciudadanos sus propias aplicaciones de rastreo nacionales.

¿Cómo funciona? Este sistema permite que los datos de contacto entre los usuarios recogidos a través de ‘Bluetooth’ se almacenen de manera privada y descentralizada en los dispositivos de los usuarios. “Aunque los resultados aún tendrán que esperar, y los países están optando por modelos distintos. Son ejemplo de cómo la crisis puede ayudar a derribar barreras para la colaboración entre agentes privados y públicos con un objetivo común.

Ahora bien, qué pasa con la protección de Datos. El Consejo de Protección de Datos de la Unión Europea lanzó una guía para pedir una armonización en el uso de datos que realicen las aplicaciones europeas, por su parte la Comisión Europea ha publicado un manual práctico dirigido a los Estados miembros para que cumplan con unos requisitos comunes a la hora de crear este tipo de ‘apps’.

Desde el sector privado hay otros ejemplos en la misma línea colaborativa: es el caso de la empresa de termómetros inteligentes Kinsa, abrió su API a organizaciones de investigación y salud pública para que puedan consultar en tiempo real la ubicación, temperatura y síntomas de los consumidores de EE.UU., y saber así dónde hacen falta más recursos.

Sin duda todos estos nuevos desarrollos, son esfuerzos destinados por volver a reactivar la economía, preservando la salud y minimizando los riesgos de contagio. En otras palabras, es un esfuerzo para conseguir (si es posible) un equilibrio entre ambas.