En el estudio sobre Capital Humano 2021, la consultora Deloitte, plantea distintos escenarios de trabajo post pandemia. Uno de ellos, lo titulado “El trabajo como moda”, se refiere a la tendencia de las empresas de realizar acciones atractivas para captar talentos.
Al igual que la moda, este enfoque cambia con rapidez, ya que las “últimas tendencias se sustituyen por una estrategia sostenida”, detalla el informe. El empleador lanza un anzuelo para captar talentos, que adopta un propósito “de moda” para mantener a los trabajadores comprometidos.
En un mundo el que la oferta de talentos escasea, incluso en países como Japón, en donde el 79% de las empresas están preocupadas por la escasez de talentos, el trabajo como “moda”, podría dominar el escenario de los próximos años.
Uno de los debates es la vuelta al trabajo presencial, la mismísima Amazon anunció que permitirá a sus empleados trabajar desde sus casa 2 veces por semana. Probablemente, esta medida guarde relación con el hecho que la flexibilidad se convirtió en una competencia imprescindible si se quiere retener talentos.
El New York Times, señalaba que es “la primera vez en una generación que los trabajadores están tomando la delantera”.
Definitivamente, se trata de escuchar más y en función de lo que los trabajadores quieren y valoran realmente diseñar las acciones para estas sean sostenibles en el tiempo y construyan cultura.
Un ejemplo que muestra a las claras la importancia de lo dicho anteriormente es el boom que hubo en muchas empresas de instalar mesas de ping pong y otros juegos para que los empleados se divirtieran.
Además de juntar polvo, las famosas mesas, no cumplieron con el cometido que los empresarios buscaban, ¿por qué? Porque no habían consultado a los empleados y mucho menos escuchado qué era importante para ellos, qué les divertía. Lo dieron por sentado.
El camino es preguntar y escuchar más, de otra manera, las empresas quedarán atrapadas en modas pasajeras, que lejos de retener talentos los impulsarán a buscar nuevos horizontes.