Al llegar a BlueConnect, la entrada nos sorprende con los colores de las bicicletas, dispuestas en un mega estacionamiento que la empresa destinó para los jóvenes que eligen este medio de transporte.
Ya en el site, aunque es de mañana y bastante temprano, vemos rostros sonrientes, mates compartidos y personas que trabajan mientras disfrutan de un nuevo día. En esta oportunidad, conversamos con dos operadoras, Samanta Rosas, y Florencia Sanchi. Las dos son mamás, y en la charla nos cuentan cómo viven su día a día en la empresa, sus sueños y por qué eligen Blue.
Samanta cuenta que antes de Blue ya había trabajado en otro call. Actualmente se desempeña como operadora de ventas, “nuestra venta es multiproducto”, dice, y destaca que uno de los mayores desafíos para ella es adaptarse a los cambios tanto de producto como de precios, “siempre hay novedades”.
En cambio, para Florencia, comenta que, si bien hay cambios, le resulta fácil acostumbrarse. Su colega, Samanta, pasó la transición de ventas outbound a Inbound. “Nosotros que venimos de la venta Outbound, estamos en el cielo ahora”. Se refiere a que desde hace dos años atienden a clientes de la compañía que se comunican por motivos diversos, en lugar realizar los llamados desde el call. “Básicamente todo lleva al mismo producto, pero hacemos muchas tareas que van desde la portabilidad numérica, cambios de equipo, cable”.
La capacitación forma parte importantísima en la cultura de Blue. Florencia cuenta que cuando trata de modificaciones muy importantes realizan entrenamientos de varios días. En cambio, si son más sencillos, se reúnen al comienzo del día con el supervisor para conocer las novedades. “Depende de la magnitud del cambio, cuando la operación se convirtió de outbound a Inbound fueron 14 días”, explicaba.
Justamente, lo que Florencia menciona es la transformación del modelo comercial que atravesó la empresa hace tiempo atrás, por eso nos pareció interesante conocer la opinión de Samanta y Florencia, sobre qué es vender.
“En mi opinión, vender es brindar un mejor servicio al cliente, tener la oportunidad de superar el que ya tiene, ya que es el cliente quien está llamando para solicitarlo. Eso nos permite asesorarlo en lo que más le conviene”, dice Samanta.
Para Florencia considera que actualmente también venden, aunque de un modo distinto al que lo hacían antes, “hacemos una venta mucho más relajada. Más ligada al beneficio y al servicio que le brindamos al cliente, es mucho más personalizado”. “A mí particularmente me resulta más lindo. En el sentido de que en cada llamada hay una historia diferente, aunque el objetivo sea el mismo”, exclama Samanta. Florencia concuerda con su compañera en que “sí, claro están los objetivos, pero las campañas son más dinámicas, más lindas, se dan otras situaciones que son más interesantes”.
Quienes tenemos más experiencia sabemos que de los trabajos nos llevamos: lo que aprendemos, amigos, quizás un amor ¿por qué no? Pero todos coincidimos que el mayor capital es el aprendizaje, que en el caso de los calls no solo sirve para otro empleo sino también para la vida misma.
¿Qué están aprendiendo de este trabajo? “Mucho sobre asesoramiento, a mí me ayuda un montón la empresa en sí. Aprendo sobre productos y también cómo asesorar afuera de acá, como comunicarme”, dice Samanta. “Cosa que no puedo decir del mismo call en que antes trabajaba [dice en tono confidente]. Tengo un hijo, Valentino, y pasé el embarazo acá. Eso fue lo que me gustó de este trabajo, es mi segunda familia, es mi cable a tierra. El apoyo incondicional de mis supervisores y compañeros. La paso bien. Pude ser que toque un cliente difícil, pero cuando cortás, un mate una charla y volvés renovado”.
Florencia, dice “disfruto del día a día y puntualmente del compañerismo que se vive en la empresa. Me gustaría seguir creciendo en la empresa. Estudio y también tengo una hija de 9 años. Soy amiguera y familiera. El futuro es eso: crecer fuera y dentro de todos los ámbitos”.
Y vos, Samanta, ¿cómo te ves en el futuro? “Hoy no me veo en un puesto que me lleve más cantidad de horas porque tengo un hijo chiquito. Sí, quiero crecer en el día de mañana, además vengo de ver varios crecimientos de la empresa. Y en lo personal: Valentino, mi hijo.