Los primeros pasos de una travesía siempre son los más difíciles. LinkSolution continúa celebrando sus 10 años de vida y en esta ocasión fue Gustavo Semhan, director de Operaciones y Cofundador (junto a Marcelo Díaz) quien recordó la incertidumbre de aquellos primeros tiempos y el gran secreto para sortearlos con éxito: el capital humano.
¿Cómo te sumaste a este proyecto?
-Yo trabajaba con Marcelo (Díaz) como Gerente de Cuentas, él era mi jefe, y ya nos había contado que existía la posibilidad de que la empresa de la que formábamos parte abandonara el país. Siempre tuvimos un muy buen vínculo con nuestros clientes, dábamos un buen servicio, así que creíamos que nosotros lo podíamos hacer. Pero tomar la decisión de fundar una compañía no es fácil. Empezamos a averiguar cuáles eran los pasos iniciales a pulmón, dedicando tiempo extra de nuestras actividades diarias. Los primeros clientes fueron personas que ya conocíamos. Agradecemos a los que estuvieron desde el principio, siempre es necesaria esa colaboración y por eso son claves las relaciones interpersonales, saber rodearse.
¿Cuál es tu función ahora?
-Director de Operaciones, todos los proyectos pasan por mi sector. Tenemos un área de Telemarketing y una de Customer Service, en pisos separados como dos mundos distintos pero con la misma filosofía: cuidar a nuestra gente, con eso nos sentimos satisfechos. Porque son nuestras manos, nuestra herramienta. Si ellos están bien, los resultados son muy buenos. Nuestra política se enfoca a quienes trabajan con nosotros, les damos muchas prioridades, todos sus problemas son importantes, los escuchamos y tratamos de personalizar la solución para cada uno. Eso se refleja en el resultado final.
¿Cómo ves a LinkSolution en 5 años?
-Creciendo en un buen ritmo, puede llegar a ser incluso a pasos más grandes con la estructura que ya tenemos. Exportando servicios a otros mercados y culturas, esa es una prueba interesante. También queremos ofrecer trabajo genuino en Argentina, me gustaría que la política escuche a nuestro rubro porque podemos generar mucho empleo y muy rápido. Hay programas de inserción laboral pero podrían hacerse mejores proyectos.
¿Te imaginaste llegar hasta acá?
-No, jamás. Cierro los ojos y encontrarme en este momento es un orgullo, me doy cuenta de que valió la pena el esfuerzo. Que la gente que elegimos para rodearnos fue la correcta, que no nos defraudó. Valoro mucho la lealtad y el acompañamiento. Me emociona saber que hay tantas familias detrás que viven de esto. Nosotros teníamos cautela hasta de alquilar un departamento de 2 ambientes en Palermo, nunca soñé que íbamos a llegar adónde llegamos.
