2020, el año sin abrazos

2020, el año sin abrazos

Un símbolo inequívoco del 2020 ha sido el distanciamiento social obligatorio, que no solo nos privó de reuniones con otras personas, sino tal vez algo más importante: de abrazarnos. Los abrazos fueron reemplazados por un saludo con el codo, o un rápido choque de puños, que como sabemos no igualarán nunca la calidez de un abrazo.

Este año creo que justamente por su falta, revalorizamos su valor, y retornamos a nuestro eje más primario: el darnos cuenta de que somos humanos, y como tales seres emocionales que necesitamos del contacto físico con otros.

Si realmente lo hemos comprendido, podríamos decir  ha valido un poco la pena este año agónico para muchos y doloroso para todos.

¿Nos hicimos más resilientes? Sabían que esta fue una de las palabras más buscadas en la RAE, y no es casualidad se  ha escrito millones de veces. Porque este es un año que nos puso a prueba, en todo sentido, nos exigió más y más, al punto de tener que reinventarnos varias veces. Si llegamos acá, seguramente nos hicimos más resilientes, no por elección sino porque los hechos así lo determinaron.

Pero atención, la resiliencia no es un acto voluntario, sino un proceso complejo que sucede (si tenemos la fortuna de que ocurra) cuando atravesamos situaciones difíciles. Esta transformación que se produce en nosotros se va atesorando a lo largo de la vida. Tiene efectos acumulativos.

Entonces, bienvenida sea la resiliencia, porque nos ayudará a superar otras situaciones, a poner creatividad donde antes había desesperación.

Finalmente, quisiera compartir una imagen aprendida durante 2020: ser como la caña de bambú, que tiene la flexibilidad necesaria para soportar fuertes vientos y la fortaleza para no quebrarse.

Y no olvidarnos que todo esto pasará, y que lo más importante es cuidarnos entre todos y aprender cómo ser mejores personas, de esto se trata: solidaridad, resiliencia y flexibilidad. Nos deseo que 2021 sea un año de reconstrucción personal, colectiva y del planeta

¡Feliz año nuevo!