Compartimos un almuerzo anticipando el Día de la Madre, con Cecilia Petrich, Gerente de Comunicación y Cultura Organizacional de Atento Argentina y Uruguay, y Micaela Clementi, Jefa de Empleos, Capacitación, Comunicación y Cultura Organizacional, al que no le faltó ningún condimento. Calidez, risas, reflexión, y más en una charla multigeneracional.
Ella, Petrich (“Petrichi”, como se la llama cariñosamente en Atento), comenzó a trabajar hace 30 años en Telefónica, años después formó parte de los comienzos de Atento. Es mamá de María Josefina de 31 años y de Juan Manuel de 25. Cecilia, tuvo la capacidad de conciliar ambos mundos: el familiar y el laboral, se convirtió en una mujer ejecutiva, en tiempos donde no se hablaba de liderazgo femenino, así que podemos decir con total justicia que es toda una pionera en la materia.
“Trabajo desde los 18 años, desde toda la vida y nunca resigné mi vida laboral por el hecho de ser madre. Siempre busqué la manera para contemporizar ambas cosas. Me parece muy importante que las mujeres podamos decidir, también tener nuestro espacio laboral y personal, además del rol como mamás”, cuenta con una sonrisa. Dice que buscó que sus hijos también tuvieran un espacio propio.
“Y trabajé hasta ahora que estoy a punto de jubilarme, me faltan 13 días para cumplir 60 años”, dice emocionada
Nos cuenta que su hija, Josefina, se casó con un italiano y vive en Italia desde hace cinco años. “Tengo el corazón partido, un poco acá y otro en Europa porque no es fácil, pero la veo a ella tan bien, tan contenta que yo también estoy contenta. Uno cuando logra tener hijos independientes se da cuenta de que la tarea a lo mejor no la hizo tan mal”, declara exigente y orgullosa.
Con respecto a la distancia que la separa de su primogénita, dice que, gracias a la tecnología, las distancias se acortan mucho, “antes WhatsApp era impensado y ahora podés hablar sin límite, y también verte. Mi hijo Juan, este año termina de cursar su carrera: Dirección de Negocios Global en la UADE, probablemente se reciba a principios de 2020, yo estoy muy feliz y que se quede en casa hasta que él decida qué hacer”, explica.
¿Qué te llevás después de tantos años en Atento, casi otro hijo? “Lo que más se lleva uno son recuerdos, experiencias y vivencias, pero si tuviera que elegir una cosa, son las personas con las que me he cruzado a lo largo del camino. Porque las experiencias las podés hacer solo, pero la gente no tiene comparación con nada. He tenido la oportunidad de conocer personas de otros lugares, de distintas edades, y eso como persona lo enriquece mucho.”, cierra.
Cecilia, no solo ganó un lugar en el corazón de Atento, sino en el de todos los que tuvimos el privilegio de trabajar con ella. Siempre dispuesta a ayudar, generosa, optimista y con muchísimo talento.