Diseñar una experiencia extraordinaria al cliente implica “pensar fuera de la caja”

Diseñar una experiencia extraordinaria al cliente implica “pensar fuera de la caja”

Pensar fuera de la caja es un término que expresa ir más allá de lo preestablecido por nosotros mismos o la cultura. Es desafiar nuestro sistema de creencias, que si se quiere podría representarse dentro de una caja.

Dicho así, parece simple dar ese salto, pero en la práctica no es nada sencillo. Porque como humanos que somos tendemos a repetir los patrones de pensamiento y de comportamiento. Sin embargo, sepámoslo: hay un mundo fuera de “nuestra caja” y está demostrado que es posible acceder a él.  Veamos un ejemplo interesante, el caso de dos jóvenes mexicanos Emilio Sosa y Juan Pablo, fundadores de Vetelia.

Ambos son ingenieros mecatrónicos recién recibidos, “estudiamos esa carrera con el sueño de poder crear automóviles”, dijo Sosa. Un pensamiento que se corresponde con “dentro de la caja”. No obstante, al intentarlo, encontraron un mercado con el mayor cluster de producción de carros, superado solo por Japón. Aunque observaron que ninguno para producción local.

¿Qué hacer entonces? El contexto los obligaba a salir de la caja, gracias a lo cual nació Vetelia transformado en un nuevo sueño: crear la primera automotriz eléctrica mexicana y de toda américa latina. Como anticipamos, pensar fuera de la caja no es fácil, porque a veces, como pasó con estos jóvenes: tenían la idea, pero al momento de iniciar no contaban con los recursos tecnológicos ni económicos para poder hacerlo.

Entonces, se les ocurrió comenzar con la bicicleta eléctrica. “Es la más rápida de américa latina, con 80 km de autonomía con tan solo una carga que cuesta tan solo 0.90 cvs de peso”. Pero esto pensándolo detenidamente era seguir dentro de la caja [la caja atrae], porque ya había empresas que fabricaban estos vehículos. Esa era una experiencia que los clientes ya tenían.

¿Cómo diferenciarse? Con una la bicicleta inteligente, tal como lo escuchan y eso sí sería salir de la caja. Además de las prestaciones mencionadas está constantemente conectada al satélite de internet y está censándose a sí misma.

Conoce qué carga tiene, el estado del motor, de la batería, e inclusive en caso de que hubiera un accidente le da aviso a la compañía para auxiliar al conductor.  Se envía un técnico al lugar para hacer la reparación de la bicicleta, una ambulancia o lo que el cliente necesite. Es aquí donde está lo innovador y lo que determina una experiencia que simplifica la vida del cliente.

En suma, en tiempos de transición como éste, exigen que pensemos cada vez más “fuera de la caja”, sencillamente porque el mundo ya no es el mismo.  Y podemos hacerlo, se necesita analizar el mercado, no descartar ideas porque no se tienen los recursos. Pensar nuestros servicios y productos en el plano de la experiencia del cliente, especialmente en el plano de lo que ellos valoran: Vetelia lo consiguió ofreciéndoles ahorrar tiempo [bien escaso en estos días].

De otra manera, seremos repetidores seriales de servicios, la experiencia que sorprende y el cliente valora: está fuera de la caja.