Hasta antes de la pandemia la tendencia del trabajo colaborativo crecía más y más, no solamente con el equipo sino también con los clientes.
Luego, tras la mudanza a trabajo remoto las reglas cambiaron y ahora muchas empresas se encuentran intentando retomar el concepto a la distancia. Esto en muchos casos genera una experiencia fragmentada de las tareas, trae desconcierto y desorganización.
Algunas sugerencias para sobrellevarlo. En primer lugar, tenemos que aceptar que el presente no será igual a las sesiones de brainstorming con clientes de manera presencial, o las reuniones con agentes, que solíamos tener, pero necesitamos adaptarnos para continuar.
Hay herramientas que ayudan y mucho a transitar este momento y recrean (no lo reemplazan) el espacio físico compartido, que sin duda alguna era de gran ayuda para la comunicación. O era lo que conocíamos.
Con respecto a las reuniones y sesiones de intercambio de ideas existen diversas plataformas ya famosas: como Zoom, Google Meetings, que, si bien no reemplazan el intercambio grupal presencial, nos ayudan a reunirnos, escucharnos. La interacción es distinta, porque en primer lugar es un encuentro unidimensional (miramos una pantalla), luego las intervenciones tampoco son tan espontáneas, sencillamente porque estas plataformas no han sido creadas para una pandemia. Pero podemos aprovechar lo que nos ofrecen: la posibilidad de reunión.
Luego, la gestión de proyectos, con herramientas como Google docs. u otras similares se pueden compartir con otros miembros del equipo, añadir cambios y dejar comentarios. Es una buena práctica que deberíamos conservar para trabajar de manera más ordenada.
En cuanto al coaching, hoy más necesario que nunca, podemos utilizar también herramientas de reunión, videollamadas y en este punto es necesario poner más foco que antes. Los colaboradores necesitan más feedback, más contacto con sus jefes. Si bien el trabajo remoto ofrece muchas ventajas, requiere el aprendizaje de gestión, tanto para agentes como para sus jefes. El apoyo al equipo es un factor clave para no bajar la productividad.
Finalmente, tenemos los servicios de mensajería y grupos (sin excesos) para mantener algo de la fluidez del diálogo cotidiano. No es lo mismo, es diferente que el día a día en el site. Pero veamos qué podemos aprender de todo esto, cómo se gestionan los tiempos ociosos en una y otra modalidad, así como también la experiencia social.
Y especialmente cómo hacemos para unir las diferentes herramientas para lograr una sinergia aprovecharlas y que nos permita continuar con el trabajo colaborativo.